Siéntate y dobla una de las piernas, llevando la planta del pie a la ingle de la pierna contraria. La rodilla toca el suelo.

Enraíza el cóxis en el suelo llevándolo hacia la pelvis tras una rotación interna de los muslos. Alarga la columna y flexiona lateralmente el tronco hundiendo la pelvis en la pelvis para que la cintura y la lumbar queden protegidas, acercando el costado a la pierna estirada. Asegúrate de que el muslo y el glúteo de la pierna doblada no se levantan del suelo.
Repites la postura con la otra pierna. Ayúdate con un cinturón y puedes colocar debajo de la rodilla de la pierna doblada una manta si es que no llega al suelo. De 30 a 50 segundos en cada lado.

